miércoles, 25 de marzo de 2020

Un análisis personal de los datos sobre el coronavirus



Hoy me voy a permitir compartir con vosotros el estudio que vengo haciendo desde hace unos días respecto a la incidencia y evolución del coronavirus en nuestro país. Se trata de una recogida de datos, a partir del día 16 de marzo, sobre la base de los emitidos por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que cada día a las 21 horas, hace un balance de la situación y ofrece sus datos, hasta ese momento, en la información del día siguiente. Se pueden obtener en este enlace: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/documentos/Actualizacion_50_COVID-19.pdf buscando la actualización correspondiente al día que os interese.

Hay algunas cuestiones que condicionan el estudio. Por ejemplo: no dan datos, de forma pormenorizada de altas por comunidad autónoma, hasta el día 21 de marzo, en que solo reflejaban los datos globales. Tampoco aparecen los hospitalizados hasta ese mismo día, pero, salvo eso ya subsanado, son bastante completos a nivel informativo.

No obstante, yo he establecido un sistema de control y análisis mediante el uso del Excel, para ver con mayor precisión el proceso evolutivo. Quiero compartir, pues, algunas de esas gráficas, todas referentes al conjunto de España, que aluden a:

  1. La evolución de los afectados, o casos detectados. Entendiendo que deben existir otros positivos no controlados por ser asintomáticos y, a su vez, portadores incontrolados, a los que solo se les puede neutralizar desde el aislamiento en casa. Esa sería la única forma de evitar su contacto con los demás y que ejercieran de transmisores. En la gráfica reflejo los datos acumulados y los que se van dando diariamente.
  2. Casos en activo. En este sentido se reflejan los casos que siguen padeciendo la enfermedad y es igual a los afectados menos las altas y los fallecimientos, que se expresan a las dos siguientes gráficas.
  3. Fallecimientos. También los acumulados y por días.
  4. La evolución de las altas, acumuladas y por día.
  5. El porcentaje de incremento de casos. En este sentido se refleja % de los casos nuevos sobre los totales existentes el día anterior, lo que nos da una idea de esta incidencia.
  6. La relación entre altas y fallecidos, donde aparece el número de ellos en cada caso y día y la diferencia, o gradiente, entre ambos que se viene observando.
  7. Y, por último, otra gráfica a la que he denominado, eficiencia del sistema sanitario, donde aparece el % de altas y de fallecidos sobre el total de pacientes ingresados. En este caso los datos se inician el día 21, que es cuando aparece el de los hospitalizados.


Veamos esos datos:


Gráfica 1

En esta gráfica se puede observar como ha ido incrementándose el número de pacientes afectados de forma, prácticamente, lineal, con una ligera evolución al alza como podemos ver en los datos diarios, lo cual, bajo mi punto de vista, no es mala señal, pues, según los expertos, cada paciente puede contagias de 1,4 a 2,5, con lo que el incremento sería de manera exponencial. Por tanto, la clave para frenar el brote es reducir el ritmo al que crecen los casos; o sea, evitar el contacto entre sanos y enfermos sin la protección debida. Esto, al no conocerse con certeza quienes son los afectados, dado que hay portadores asintomáticos, o que el virus pueda inocularse antes de la aparición de síntomas, solo es evitable con la reclusión y el considerar que todos y cada uno somos sospechosos de ser portadores potenciales.

Ello nos da la esperanza de que pasados los días de incubación de los ya infectados, que se sitúa en torno a los 14 días, bajará el ritmo de crecimiento, si las medidas de aislamiento han surtido efecto, empezando a bajar el número de nuevos caso. Esa es al menos mi esperanza. La curva de afectados acumulados tendería a aplanarse, mientras el número de casos en activo evolucionará en forma de campana de Gauss.


Gráfica 2

En esta gráfica 2 diferenciamos entre afectados (línea azul), que serían todos los que han sufrido la enfermedad hasta ese momento, y los pacientes de la enfermedad en activo, pendientes de resolución de la patología. Lo que se pretende es que la línea azul se estabilice y se haga horizontal, mientras la naranja, de los pacientes en activo, se convierta en una campana de Gauss, como ya he mencionado.


Gráfica 3

Las altas acumuladas han tenido una evolución progresiva y casi lineal, como parece normal, mientras que el número diario se ha ido incrementando, también es una muestra lógica debido al tiempo medio del padecimiento de la enfermedad. A mayor número de enfermos mayor número de altas. Pero más adelante veremos otra gráfica donde se aprecia el porcentaje de altas sobre el total de pacientes afectados, lo que viene a mostrarnos el nivel de eficacia de la asistencia sanitaria.

Gráfica 4

Esta es la parte más lamentable de la situación, los fallecimientos. Aquí podemos ver la evolución acumulada y los casos que se producen a diario. Es casi superponible sobre la gráfica 1, o sea la de los afectados. Será interesante ver, más adelante, la gráfica que refleja le % de fallecimiento sobre el total de hospitalizados, que, como veremos, sufre una ligera subida, explicable, tal vez, por el empeoramiento de los pacientes conforme evoluciona el padecimiento y la respuesta de las UCIs en el mantenimiento de la esperanza, incluso, en aquellos casos en los que haya poca de conseguir evitar la muerte.


Gráfica 5

Es importante conocer el % de casos que aparecen cada día con relación a la jornada anterior, puesto que eso nos permitiría establecer una línea de tendencia significativa en la predicción evolutiva de la aparición de nuevos casos y, por ende, en la evolución del contagio, lo que nos confirmaría que son efectivas las medidas tomadas.

En este caso, aún no nos ofrece un nivel de confianza esa línea de tendencia, pues existe una gran variabilidad y dispersión de datos. Esperemos producir un decrecimiento de ese porcentaje a corto plazo.

Gráfica 6

Esta gráfica 6 nos muestra el número de altas y fallecimientos acumulados. Es deseable, pues, que la línea de altas vaya creciendo de forma exponencial, mientras que la de fallecidos se estabilice y se aplane quedando inactivada. También, lógicamente, que ese gradiente se eleve. He llamado gradiente a la diferencia entre altas y fallecimientos, que ojalá suba en pocos días a buen ritmo hasta la conclusión del problema.

Gráfica 7

La gráfica 7 y última, nos muestra, lo que yo he llamado, eficiencia del sistema sanitario. Muestra el % de altas y fallecimientos sobre el número de pacientes ingresados en ese día. Por tanto, mientras más bajo sea el % de fallecidos y más alto el de curaciones, más eficiencia tendrá el sistema. El gran problema es que la presión asistencial, la carencia de materiales y recursos terapéuticos, el agotamiento físico y emocional de los profesionales, el colapso hospitalario, etc.  son claros exponentes de una menor eficiencia. Es importantísimo que la administración implique todo su esfuerzo en corregir estas deficiencias para convertirlo en más eficiente, dejando de lado otras cuestiones secundarias, incluido, el propio debate político partidista, reorientando las sinergias de todos los recursos disponibles para la consecución del supra-objetivo que le interesa a la ciudadanía.

Concluyo. Para mí hay varios factores que me preocupan, entre los que remarco:
  1. No sabemos el número exacto de portadores asintomáticos que hay circulando por el país, a pesar del confinamiento generalizado. Con la llegada de más test puede que se incremente considerablemente el número de afectados, pero eso será buena señal porque podremos controlar mejor el contagio.
  2. Hay algunos colectivos sociales que no han desarrollado la conciencia necesaria para cumplir con el confinamiento y su falta de solidaridad con sus conciudadanos solo puede ser corregida por la sanción.
  3. Aun comprendiendo las dificultades para abastecerse de tanto material como se necesita en estos momentos de un consumo inimaginable, con gran demanda a nivel mundial, es imprescindible volcarse en ello e, incluso, reconvertir nuestra industria en productora de ese material imprescindible para el tratamiento de los enfermos.
  4. En estos momentos es imprescindible que toda la ciudadanía tome conciencia de la complejidad del momento y deje de crear desasosiego e incertidumbre en la población con “fake news” y noticias no contrastadas que solo llevan a la angustia y preocupación a quienes, sometidos a un encierro, deben gestionarlo desde la racionalidad y el buen criterio. Yo, personalmente, estoy hasta las narices de recibir WhatsApp cargados de falacias, no sé si con malas intenciones, de sujetos tóxicos o, incluso, de personas de buena voluntad que hacen, sin quererlo, de correa de transmisión de las mismas.
  5. A los políticos hay que pedirles mucho. Especialmente que se dejen de idioteces partidistas, que no piensen en sacar tajada política del momento y que ahora den el callo, discutiendo y aportando ideas a los órganos responsables de la gestión de la crisis en sus distintos ámbitos, sin sembrar desconcierto en el pueblo, de lo contrario, los ciudadanos, en las próximas elecciones se lo hará pagar por mucho que ellos pretendan inculpar a los demás y salir de rositas.
  6. Creo que es imprescindibles, y de bien nacidos, agradecer el esfuerzo y sacrificio que están realizando, en primer lugar el personal sanitario, pero también los otros grupos que están implicados en el mantenimiento y apoyo para que no nos falte de nada a los que estamos en casa, a los mayores y personal de riesgo. Incluyo aquí a todo un elenco de ciudadanos que día a día siguen al pie del cañón. Policía armada, Local, Mossos, Ertzainas, Guardia Civil, Ejército, camioneros, cajeras y abastecedores de supermercados, medios de transporte, basureros, limpiadoras, personal de asistencia a dependientes y tantos otros que no puedo señalar aquí porque sería interminable la lista (permítanme una frivolidad: menos a los albañiles que están haciendo una obra en el piso 3º de mi casa y nos someten a un ruido tremendo con sus maquinaria, ruido semejante a una tortura que desquicia los nervios cuando no se puede salir a la calle a dar un paseo y descongestionarse de tal agresión, esto, sumado al amenazante virus, nos provoca una situación intolerable que nos está trastornando).


Bueno seguiremos en unos días para ver cómo ha evolucionado la situación y compartir con vosotros mis personales análisis, siempre de buen rollo y con esperanza

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