jueves, 30 de junio de 2016

Análisis poselectoral en dos fases. (II)


Fase dos, resultado electoral y el momento.

La verdad es que el resultado de las elecciones del pasado domingo nos trajo una sorpresa. Para mí fue algo incomprensible que me rompió el esquema previsor que tenía. Las empresas demoscópicas han fracasado rotundamente. Tanto en los estudios de campo hechos durante la campaña electoral como en las encuestas a pie de urnas, se han producido variaciones tan significativas que sorprenden. Lo curioso es que en el caso de Ciudadanos y el PSOE se han ajustado bastante al resultado final, pero respecto al PP no se esperaban ni ellos mismos esa subida hasta los 137 diputados. Otro asunto más flagrante es el de Podemos. No tiene lógica que en todos los casos se les dieran resultados similares y al final se desviaran de una forma tan impresionante. Ya hay gente que sostiene que ha habido pucherazo, que han manipulado los datos y han subido los del PP y bajado los de Podemos. Y digo yo: Si cada partido tiene las actas de las mesas electorales, incluido Podemos, pueden contrastar esa información del propio ministerio, lo primero que tienen que hacer es comprobar que los datos que tienen los partidos son iguales a los que da el ministerio y se acabó la especulación  y las dudas.

Sin entrar en esos asuntos, podemos valorar los resultados oficiales. Para quien quiera mayor información dejo este enlace con acceso a la página del Ministerio, donde podrá ver el conjunto de esos datos: http://resultados2016.infoelecciones.es/99CO/DCO99999TO.htm?lang=es

Yo me he permitido hacer una pequeña tabla con los resultados obtenidos por los cuatro grandes partidos a nivel nacional, como son PP, PSOE, Podemos y Cs. Y os la ofrezco aquí, con los datos de las elecciones del 20D y las del 26J. Podéis ver el número de votos obtenido por cada partido en ambas elecciones, las variaciones habidas, el % de esas diferencias, los escaños obtenidos, los que pierden y ganan, el % que representan esas variaciones sobre lo que tenían el 20D y he añadido una variable significativa, como es la relación entre el número de votos y escaños; es decir, el número total de votos dividido por los escaños asignados, con lo que tendremos una visión de cuantos votos le cuesta un escaño a cada partido.

Antes de entrar en el frío análisis de las cifras, creo que no es malo hacer algunas consideraciones sobre la cultura democrática de este pueblo nuestro, aunque en la entrada anterior ya se tocara algo. No tenemos una cultura democrática sólida, pues nuestra historia se encargó de bloquear las etapas y estados democráticos en nuestra administración y gobierno. Por tanto, a la inmensa mayoría, no se nos educó en el verdadero significado de la democracia participativa. Nos cuesta comprender que la visión del otro es complementaria a la nuestra y tan digna de respeto como ella. Parece como si entráramos en una guerra con el vecindario para ver quién gana la batalla y deja en la cuneta al otro, lo que implicaría someterlo a nuestro dictado.

Tenemos el amargo bagaje de la reciente historia, donde se cultivó la moral de Amo y del Esclavo, del señor que mandó como clase dominante (a modo de estadios feudales) y la del esclavo o siervo, que renuncia a implicarse en las decisiones y deja en manos del señor la toma de las mismas mediante un acto de fe, lo que implica que se le permite todo y aceptamos sus explicaciones sin paliativos ante cualquier hecho injustificable. Las reminiscencias del pasado inmediato influido por tantos años de dictadura siguen presente. Se nos dijo que dejáramos la política para los políticos, que los dirigentes ya sabían gobernar pensando en nuestros intereses, pues ellos tenían mayor información y capacidad que nosotros para tomar decisiones acertadas. Se nos anatemizaron las otras ideologías, nos cargaron de prejuicios y se nos hizo patriotas a su forma: “España son sus territorios no su gente”. ¿Con esta filosofía como se puede encajar la soberanía popular? ¿Pueden los hijos del franquismo entender que un país soberano es aquel que es dueño de su destino, que elije y determina quien lo gobierna y qué políticas se aplican para ello?

A pesar de haber evolucionado en muchísimos casos, sigue esa idea y actitud troquelada en muchas mentes, como es natural, no todos pueden evolucionar en la misma dirección y de la misma manera, en todo caso, será en función de su capacidad crítica y de su disposición a ello. Por desgracia hay demasiado pensamiento enquistado en el pasado que no evolucionó hacia la concepción de una verdadera democracia. Tal vez sea esa una de las circunstancias que justifica la adhesión inquebrantable a un determinado partido del que nos hacemos gregarios. Adhesiones, actitudes, conductas y sentimientos de pertenencia son la argamasa que nos instala en la falta de criterio propio para obrar en libertad crítica llegando a votar a corruptos, chorizos e indecentes políticos por el mero hecho de ser de nuestro partido. Lo malo es que, al no tener conciencia política y social, hacemos que los demás sufran las consecuencias. Es imprescindible, pues, una legislación que corrija y evite estos sesgos mediante leyes claras y contundentes frente a aquellos que atentan contra la propia ciudadanía mediante corrupción, malversación o mal gobierno.

Pero vayamos con los datos:


Como podemos observar el PP ha ganado  669.220 votos más, o sea, un 9.25% de incremento. Eso se traduce en 14 diputados, que son un 11.38%, o sea, dos puntos más en la aplicación de la distribución de escaños. Cada escaño le has costado o equivale a 57.709 votos.

Tal vez lo más escandaloso sea lo de Podemos. Pierde 1.089.760 votos respecto al 20D sumando todos los grupos que lo integran, o sea un -17.75% y se queda igual en número de escaños por efecto de la ley D’Hondt. Pero ese -17.75% de pérdida de votos es muy significativo. A Podemos le cuesta un diputado 71.123 votos.Pero el asunto también se cebó en Ciudadanos. Perdió 390.759 votos, un -11.12%, lo que se tradujo en -8 diputados que representan un -20% de lo que tenía. Cada diputado le costó 97.618 votos. Más que a ningún otro. Habrá que ver la justicia de la Ley D’Hondt cuando se aplica.

Hagamos un ejercicio. Ponderemos el valor de los escaños en votos para estos cuatro partidos. Han obtenido entre los cuatro 21.504.397 votos y 325 escaños. Si dividimos el número de votos por el de escaños obtendremos: 66.167 votos por escaño que sería le valor medio en votos del escaño. Vamos un poco más lejos; veamos cuantos escaños obtendría cada partido con los votos que ha cosechado:
PP: 7.906.185/66.167=119; PSOE: 5.424.709/66.167=82; Podemos: 5.049.734/66.167=76; Ciudadanos: 3.123.769/66.167=47.

O sea que si aplicamos una distribución equitativa de los votos, habría perdido con relación al resultado legal: el PP -18 escaños (137-119), el PSOE -3 (85-82) y Podemos habría ganado 5 (71-76) y Ciudadanos ganaría también 15 (32-47). ¿Qué quiere decir esto? Que la ley D’Hondt se ha de cambiar para que sea una distribución más justa. Hay otra variable que no la considero, como es el valor en votos de cada escaño según la provincia y su población.

Por otro lado se ha dado una abstención mayor que el 20D, bajando la participación para estos partidos en 4.15%. Hipoteticemos: Si aplicamos esta corrección a todos ellos, entendiendo que la abstención fuese homogénea entre los votantes de todos los partidos, nos encontraríamos que las deviaciones se corrigen: El PP habría subido un 13.40% (9.25+4.15); el PSOE también habría subido ligeramente en un 1.98% (-2.17+4.15); Podemos habría perdido un -13.60% (-17.75+4.15) y Ciudadanos un porcentaje inferior de votos en un -6.97% (-11.12+4.15). Pero el asunto de la abstención, por lo que se ve, no es homogéneo.

Por tanto si, hipotéticamente, homogeneizamos la abstención, permítaseme esa frivolidad, encontramos que:

  1. Ese espléndido resultado del PP, con ese 13.40% corregido, demuestra que sus votantes no se han abstenido, incluso se han movilizado los abstencionistas anteriores, a la par que se dieron trasvases importantes de votos desde Ciudadanos mediante el mensaje del voto útil. La clave para mí ha estado en conseguir el PP movilizar a sus descontentos que no le votaron el 20D, considerando que ya le habían castigado, mantener los votantes anteriores e incrementar con los de Ciudadanos.
  2. El PSOE se dejó votos por el camino, pero en menor cantidad que el índice de abstención, por lo que, a pesar de todo, no fue una situación catastrófica, solo se le descolgó un 2.17% en lugar del 4.15% de la abstención general.
  3. El mayor desastres se produce en Podemos, que pierde, en un sentido teórico, un 13.60% de sus votantes tras corregir las desviación de la abstención, aunque en realidad es un 17.75%. Eso es digno de estudio, pues parece que la alianza con IU y la mala gestión de la campaña y sus mensajes no cuajó. Como diría Errejón: 2+2 no suman 4 en este caso. Eso sí, por arte de birli birloque de la ley D`Hondt no pierden ningún diputado, manteniendo los 71 que sacaron el 20D.
  4. Ciudadanos, que bajó parte de sus votantes de forma alarmante, ha sido presa del voto útil, pues perdió un 11.12% (6.97% de sus votos, aplicando también la ponderación aritmética de la abstención general). El caso de este otro partido emergente nos hace pensar que la mayoría le vio como la marca blanca del PP para frenar la marcha de votos del descontento, dando la posibilidad de refugiarse en él para volver a su identidad primigenia en cuanto pasara la tormenta.

En Conclusión:

El flujo masivo de votos al PP en estas circunstancias, con los escándalos de corrupción, el caso del ministro Fernández Díaz y sus maniqueas conversaciones con De Alfonso y el cúmulo de casos apuntados en su haber en los últimos tiempos, no han afectado a sus votantes, es más, les han dado alas. Ya se vio cómo fueron ganando, en situaciones anteriores, las elecciones municipales los alcaldes sospechosos de corrupción sin importar a sus votantes esos hechos. Tal vez aquí se pueda aplicar ese concepto que refería antes de la moral del Amo y del Esclavo, más o menos como lo enunció Nietzsche. Esa fidelidad de la derecha tiene su raigambre, bajo mi punto de vista, en el credo absolutista y su aceptación, donde se conjuga el trono y el altar evocando el carlismo del siglo XIX y en la aceptación de una estructura organizacional de corte más vertical. Hay peguntas que las dejo el aire: ¿Hasta qué punto representa a la vieja y trasnochada España? ¿Hasta qué punto influyó la ideología del viejo régimen? ¿Hasta qué punto se manifestó de forma clara y precisa el neoliberalismo entre sus filas? Debe ser producto de esa amalgama que se da en nuestra derecha, donde conviven anacrónicos sujetos, con verdaderos demócratas al estilo derecha europea, junto a herederos ideológicos del viejo régimen y una representación mayoritaria de creyentes católicos, aunque los otros puedan votar a otros partidos. La entrada en escena de algunos obispos anatemizando a Podemos y alertando sobre la hecatombe que se produciría con ellos y sus adláteres, puede haber tenido su efecto en el rebaño del Señor.  La hábil dicotomización de Rajoy entre PP y Podemos, dejó en la cuneta de las opciones a los partidos más centrados. La lucha ya no se presenta entre PP y PSOE como hasta ahora, sabedores de que ambos partidos son relativamente parecidos, sino con otro mucho más agresivo con el sistema y, por ello, se movilizan los electores del PP, pues el miedo al cambio radical entra en los ánimos del electorado de derechas.

Por otro lado, existe una filosofía que lo justifica todo, siempre y cuando ese mal se ejerza para conseguir un bien. Maquiavelo, ya referido, decía que el fin justifica los medios. Hay que evitar un mal peor y ahí cabe el perdón de los nuestros, de los que velan por nosotros y nuestros intereses, volvamos, pues, la cara para no ver, saber y oler las heces e inmundicias que provocan, y centrarse en las de los demás para justificar que todos son iguales. La propia Cospedal en una emisora tan de la Iglesia como la Cope, dejó claro que ellos son un reflejo de la realidad social, pues esta sociedad es tan corrupta como los políticos. Es decir, que de forma solapada ella acepta que quien vota a un corrupto lo hace porque forma parte de ese colectivo de corruptos que pueblan nuestra sociedad. Ya está, se acabó el cargo de conciencia, todos a votar que esto no tiene arreglo y habría que cambiar  la moral y ética de la sociedad para que repercuta en los políticos, cosa harto difícil ahora mismo. ¿Qué hubieran dicho si el caso se diera en otro partido? Ya se vio con la corrupción del PSOE en los últimos años de Felipe González, que no fue moco de pavo tampoco con los Roldanes y demás actores de aquella detestable película, cuando los electores le mandaron a regenerarse a la oposición durante dos legislaturas. Eso es lo lógico, que ahora se hubiera mandado al PP a regenerarse en la oposición, pero…

El caso del PSOE no deja de ser bastante patético. Partiendo de una ideología de izquierdas, socialista, se pasa a la socialdemocracia, que es un buen cambio en su momento, pero empieza a traicionar principios y valores fundacionales que le hacen tambalear. El maestro de la dialéctica, Felipe González, de verbo fácil, consigue modernizar a un partido anacrónico ubicado en el exilio y da un formato europeísta al mismo. Obtiene el beneplácito de la socialdemocracia europea y empieza a dejar en el margen izquierdo a un importante colectivo de su ideología. No se puede negar en ningún caso que la obra de González y el POSE de los años 80 fue un gran paso adelante para nuestro país, modernizándolo y cambiando sus estructuras de comunicación, entrada en la UE, sanidad, educación, etc. Sus iniciales objetivos de justicia social y buen gobierno se van desmontando con sus casos de corrupción y el trabajo en las cloacas del Estado. Acaba casi en la  derecha, haciendo políticas de derechas y defendiendo los grandes intereses de los amos del sistema que parece le premiaron con el uso de las puertas giratorias mediante un sillón en un muy buen consejo de administración, al igual que a los demás servidores que se destacaron por el buen servicio dado al mundo empresarial. La mala gestión inicial de la crisis también le pasa una buena factura ubicándolos en la oposición en la selecciones de 2011. No sé si el término casta, que acabará acuñando la gente de Podemos, se empieza a fraguar en esos privilegios que se van auto-otorgando en el ejercicio de su responsabilidad regidora y legisladora, tanto los unos como los otros. El PSOE, pues, también pierde su credibilidad, en gran medida, debido a sus corrupciones, que sirven a modo de comparación para justificar las de los otros, sobre todo por los EREs de Andalucía, y su deriva ideológica, su nepotismo institucional, etc. En estas circunstancias, allá por 2011, el PP y el PSOE se tiran los trastos a la cabeza  de tal forma que los dos salen malheridos, pero dado que la izquierda siempre fue más crítica y peleona con sus correligionarios, sale con más pupa el PSOE que la derecha, menos crítica con los suyos y más tolerante con sus desvaríos, pues no rompen filas y siguen en formación perfecta ante la confrontación para defender al PP. El PP pierde menos voto que el PSOE ante los mismos hechos deshonrosos. ¿Es una cuestión de cultura política diferencial en cada partido?

Pero situémonos para ver por dónde y por qué surgen los nuevos partidos. Este barullo y “chanchulleo”, al que me refería, que es relativamente tolerado en época de bonanza, salta por los aires cuando viene la crisis. Mientras uno tiene pan en la mesa y sacia su hambre no mira a la mesa de los demás para comer. Pero si no hay pan en mi mesa, miro a la otra a ver si allí hay pan, porque tengo hambre y quiero comer. Mas cuando veo que no hay en mi mesa ni migaja del mismo y en la de otros existe abundancia de manjares y exquisiteces la ira me indigna, la injusticia aflora y aparece el desencanto, la rebelión, el rechazo hacia aquellos que me engañaron y, mientras se enriquecían juntos a sus amigos, yo iba perdiendo mis cosas, mi casa, mi trabajo, mi paz interior, mi gente… y la angustia, preocupación y desesperanza se apodera de mí. Estudié y no tengo salida, me empeñé y no puedo pagar, el seguro del paro se acaba y no encuentro trabajo, mis hijos me piden, mi gente quieren seguir con su nivel de vida y yo me siento inútil e indefenso ante este caos que yo no he inventado… ¿lucho o me tiro por la ventana, pues mañana me desahucian? Dramas, injusticias, dejación de funciones y responsabilidades por parte de  la administración, ricos más ricos, pobre más pobres… ¿Qué hago? Me iré al comedor de Santo Domingo a ver si la caridad palia esta injusticia y el hambre…

De golpe una luz se enciende y un sinfín de gente va llenando plazas, gritan indignados. Son votantes de la derecha, de la izquierda, del centro… son ciudadanos afectados por la crisis, defraudados por sus políticos, que claman al cielo y al infierno una solución a sus males, que rechazan las prebendas de aquellos a los que empiezan a llamar clase. Busca un líder una organización, alguien que les guíe y articule para esa lucha o reivindicación que les salve, que les redima de este desaguisado. ¿Dónde está el mesías, aunque sea un clavo ardiendo? Gritan que quieren cambiar las  cosas, hacen asambleas, y para reafirmarse en su capacidad y darse ánimo entonan un “PODEMOS cambiar esto”.

Esa consigna dará nombre a su partido, a su grupo de pertenencia, que intentará recoger las demandas y fortalecerse con el desencanto colectivo. No hay una homogeneidad ideológica, pues el descontento se da en diversos sectores de la sociedad y las ideologías. Les une masivamente su rechazo a la gestión de la crisis, a la injusticia que se observa, a los partidos que gobiernan. Entonces, Podemos, pregona su transversalidad y le acusan de populismo incitándole a que se presente a las elecciones que es como funciona esto. Lo hace y sorprende. Entra en el parlamento Europeo. ¡Cuidado, cuidado! Que estos pueden ser peligrosos, pueden, incluso, ser antisistema. Hay que hacerles la guerra, buscar trapos sucios, descalificarlos, mostrar su peligro. Empieza la guerra sucia, la siembra de dudas que es como funciona esto, la conspiración en no sé qué despachos, difama que algo queda… La táctica consiste en machacarlos, al igual que ellos hacen: "Los subvenciona Venezuela, mirad el ejemplo... si no, mirad lo que ha ocurrido en Grecia que está en la ruina, bajaron las pensiones, se incrementó el paro, subió la deuda..." La guerra está servida y se buscan ejemplos que demuestran la inviabilidad de sus políticas. Al fondo la omnipresente y todopoderosa UE con el dedo amenazante de la Merkel... Miedo... miedo... miedo, terror a lo que pase.

Hay mucha gente descontenta con el gobierno, desilusionada con los dos grandes partidos, que empiezan a rechazar el bipartidismo. Pero si Podemos se presenta como transversal podrá llevarse votos de la derecha y eso no lo puede consentir el mundo de las finanzas. Entonces se apoya a un grupo relativamente nuevo para que recoja el descontento de esa derecha evitando que ese voto vaya a la izquierda solapada, que es Podemos, y se riegan las raíces de Ciudadanos, un partido sospechosamente cercano al PP al que se le hace soltar el lastre de UPyD. Eso lo reconoce hasta el presidente del BBVA que apoya este proyecto.  Ciudadanos es el Podemos de derechas, salvando diferencias, pero con el mismo objetivo, recoger el voto descontento de ese lado, como ya he mencionado.

La gente, hastiada del bipartidismo, ve con buenos ojos la entrada de aire fresco en la política y espera que se acabe el despotismo de las mayorías absolutas. Muchos se vuelcan en apoyar a los nuevos, bien para cambiar a los viejos o para darles una lección. Son la voz de la conciencia social que deberá despertar del letargo y hacer considerar la política de los antiguos a los que se le llama la clase por parte de Podemos. Se entiende            que una mayor representatividad de la diversidad ideológica será un garante de control para que la apisonadora no nos imponga trágalas. Rivera e Iglesias escenifican el encuentro de esas dos ofertas nuevas, Ciudadanos y Podemos, dando la sensación de estar bastante de acuerdo en muchas de las cosas que se plantean… Estamos en el programa de Jordi Evole, juntos en un taxis, sentados en un bar, lejos aún del desencuentro poselectoral del 20D.

El 20D da unos resultados que ponen contra las cuerdas al gobierno marcado por la corrupción, pero en lugar de llegar a un acuerdo de mínimos para cambiar las cosas, aparecen exigencias y desacuerdos infranqueables, pues se priorizaron aspectos de segundo orden y no se consiguió formar gobierno por la incompatibilidad entre Podemos y Ciudadanos, que tampoco tienen mucho interés en acercar posturas, aunque fuera de mínimos, de la mano del PSOE.  Factores como el reconocimiento o no del derecho a decidir y otros acaban bloqueando el proceso. Sánchez es negado por la derecha y por la izquierda antes de que cante el gallo. Elecciones a la vista tenemos, pues.

El ladino Mariano se sienta a esperar en su puerta conocedor, supongo, de la historia de la izquierda y su facilidad para perder oportunidades y enfrascarse en luchas intestinas a navajazo limpio entre bastidores. Podemos empieza a vislumbrar la posibilidad de dar el “sorpasso” por la izquierda al PSOE y eso le envalentona. Hace sus números y se plantea la alianza con IU, aquella misma IU a la que ninguneó en las elecciones anteriores, con la intención de sumar votos. Suponen que el votante de ambas formaciones será fiel, pero se levantan voces más o menos en la intimidad que niegan la mayor. Por otra parte, Iglesias da un golpe en la mesa, destituye a Sergio Pascual, uno de los miembros más significativos de Madrid, por sorpresa y de la noche a la mañana, sin contar con los demás, creándose una crisis, que siembra otras en la periferia. Errejón queda tocado aunque no lo admita. Las cosas no van bien, aunque parezca lo contrario. En la elaboración de las listas saltan algunas chispas, como en Almería que se coloca con calzador al ExJEMAD José Julio Rodríguez, pues IU no lo ve con buenos ojos, y se le descuelgan más de 10.000 votos, que es el 20% de lo que habían obtenido antes, quedando fuera del congreso otra vez, el cabeza de lista, por muy poco.

Ocurrieron muchas cosas antes y en la campaña. La prepotencia y arrogancia de Iglesias; el vender la piel del oso antes de cazarlo ofendía al PSOE; el no haber apoyado el gobierno del Sánchez ni con la abstención en la minilegislatura anterior para echar a Rajoy y ahora, que pensaba iba a sacar más votos que él, le tendía la mano, pero el PSOE no olvidaba lo de las manos llenas de cal viva en las cortes y su no a la investidura de Sánchez; la confluencia con IU bajo el paraguas de Anguita, joya referente de un pasado ya guardado en el baúl de los recuerdos, descompuso a la coalición comunista con los Llamazares renegando del acuerdo. Existía la sospecha más o menos fundada de que el objetivo prioritario de Iglesias era desbancar al PSOE en estas segundas elecciones de la mano de IU, antiguo sueño de los comunistas de los años 90. El desencantó, bajo mi modesto punto de vista, afloró, en gran medida, por la indefinición de Podemos. Primero dijeron que eran transversales, luego los catalogaron de populistas, pasaron a identificarse con el comunismo para llegar a proclamarse socialdemócratas. Tal vez eso era echar demasiadas redes incompatibles a la vez. La red de la transversalidad permitió que escaparan los de Ciudadanos, la comunista hizo huir a los socialdemócratas, la socialdemócrata ahuyentó a  los comunistas… Resultado: pérdida de más de un millón de votos y adiós al sorpasso y puerta abierta a Rajoy, que fue el ganador ante tantas abstención y, a la vez, acúmulo sumatorio de sus votos.

El PSOE, grogui en el cuadrilátero, quedó vivo y pensativo. Hizo examen de conciencia y anda buscando retirarse a los cuarteles de invierno para retomar fuerzas, si no se rajan antes entre ellos las entrañas. Susana… ¡ay mi Susana!, juega y pierde, pero pierde menos y se envalentona como artífice del fracaso del sorpasso. El reino del sur se debilita y  cada vez es más complicado revertir la batalla de Las Navas de Tolosa y subir Despeñaperros. Eso se verá más adelante. El problema es qué debe hacer este PSOE magullado por intrigas, machacado por los costados a manos de Rajoy y de Iglesias, tambaleante y medio grogui: aguantará, es fuerte porque se ha fornido en mil batallas y porque le interesa al sistema mantenerlo vivo como pieza fundamental para su seguridad y equilibrio. Su dilema es: Si cede ante Rajoy se lo comen por la izquierda y perderá su identidad como alternativa, si lo veta y vamos a otras elecciones lo rechazarán muchos ciudadanos hartos de votar… “Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio, contigo porque me matas y sin ti porque me muero”. Tal vez, resulte inteligente dejar y predicar que Rajoy tiene afines en la derecha española para fraguar su gobierno, que suma sin ellos y que lo que ha de hacer es negociar con los otros. Si no pudiera, ofrézcase un gobierno de coalición con acuerdos mínimos presidido por un sujeto no afiliado a ninguno de los tres partidos de la coalición, como el que yo sugiero, Angel Gabilondo, con reconocida capacidad de diálogo y consenso, pero eso es poco viable también. En fin, no le arriendo las ganancias a este PSOE lacerado y dolorido sin fuerzas para ser alternativa, aunque sí para vender cara su abstención y que gobierne el otro… lo que ya se veía venir y se ha comentado en tanto mentideros de la villa y corte.

En todo caso, dadas las circunstancias y el rechazo social que produce la figura del Rajoy (la valoración más baja según el CIS), al que difícilmente admitirían como presidente en ningún país democrático, bajo mi humilde opinión, la pieza a batir en estos pactos es él, en la línea que defiende Ciudadanos, aunque la voz de su amo ya le esté clamando que desista de tanta intransigencia respecto a Mariano y sus muchachos. Apoyar un presidente que ha mentido en el Congreso, que ha mandado mensajes de aliento a un delincuente, que no se ha enterado de nada de lo que ocurría a su alrededor con la corrupción, que ha estancado el problema de Cataluña permitiendo que el agua se vaya pudriendo hasta acabar irrespirable y que genera descontento en la mayoría de la ciudadanía por su misma forma de ejercer la política, es un riesgo que no quieren correr ni Ciudadanos ni PSOE, pero… al tiempo.

En fin, amigos el futuro es incierto y esta entrada está resultando muy extensa. Quedan tantas cosas por decir, por pensar y comentar que se necesitarían otros cuantos folios para ello. Lo dejamos aquí y que cada cual saque sus conclusiones, como es natural, yo, como siempre, solo expongo lo que pienso, que es mi derecho y, si me apuran, mi obligación como ciudadano de a pie. Suerte, vista y a esperar lo que se avecina.







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martes, 28 de junio de 2016

Análisis poselectoral en dos fases. (I)


Fase uno, historia de una crisis.

Bien, amigos, visto lo visto y dado el resultado de las elecciones del pasado domingo, ha llegado el momento de reflexionar. Deberíamos empezar por el principio, es decir, qué ha pasado en España en los últimos tiempos para llegar a esto.

En diciembre de 2007 hubo un huracán que, proveniente de los EE. UU., encontró los vientos adecuados en Europa para llevarla a la hecatombe. El mundo financiero, superpoderoso, jugó con la economía de los Estados y ganó; los sometió con sus amenazas de insolvencia y debacle, pues podía crearse un crac que les arrastraría al desastre, al conflicto social y a la quiebra de las economías familiares por la insolvencia de la banca para garantizar los ahorros a los impositores. El político, que juega siempre en su favor y a corto plazo, sucumbió y salvó la cara de la banca con el dinero de los ciudadanos, o sea, con la hacienda pública como garantía. Lo curioso es que para cubrir los huecos, o más bien socavones de la banca, y sus propias necesidades financieras, debió solicitar dinero a la propia banca, que a su vez se lo pedía al banco Europeo. Pero, en un plan de hábiles trileros, jugaron con los Estados cobrando elevados intereses, en función de la prima de riesgo, por prestarles el dinero que, por otro lado, conseguían del Banco Central Europeo a un muy bajo interés. ¡Qué buen negocio! La deuda pública se dispara y los Estados se hipotecan para estas y las generaciones venideras.

¡Touché! Herido  de muerte el Estado, solo queda apretarlo más para que venda todo su patrimonio, para que privatice y las multinacionales y el mundo empresarial se hagan con sus negocios a buen precio y con contratos de servicios garantizados. Todo el mundo tiene su precio económico o de cualquier otro tipo, donde no llega el dinero puede llegar el miedo o el chantaje.

El asunto entraba en una dinámica perversa, pues estando, los Estados, aprisionados por leyes de mercado tenían que jugar la partida en desventaja… eso sí, los que mandaban y gobernaban no se aliaron con los ciudadanos, sino con los causantes de la crisis, ya que también los tenían atrapados con sus puertas giratorias, sus préstamos impagados, sus intereses económico y de clase, etc. lo que implica buscar la solución en la línea de ellos. Solo Islandia rompió el esquema y fue contra la banca. Pero los demás prefirieron salvar a la banca para evitar el caos económico, mas se produce un caos social que lleva a mucha gente al paro, a la pobreza y al desahucio. En conclusión, nuestro sistema económico se funda en la fuerza del capital y en el sometimiento del ciudadano a las políticas que emanan de sus intereses. Entre sus intereses está, cómo no, el devaluar el papel del Estado pasando el poder de la economía al mundo empresarial, pero claro, al de las multinacionales de las finanzas y de la producción, como ya he dicho.

Esta gente, con su filosofía neoliberal, se plantean: ¿A quién se le ocurre permitir que el Estado gestione ni siquiera los servicios básicos de la ciudadanía, la sanidad, la educación, las dependencias, etc.? Ni siquiera las redes de carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, la energía, las aguas, etc… Y cuidadín, que ellos también te pueden servir un ejército si les pagas, con la ventaja de que tienen las manos más libres para hacer lo que quieran sin estar controlados por los votantes, la ética y los derechos humanos.

La cuestión estaba en que, dado que ante cualquier situación de crisis se presenta una excelente oportunidad para cambiar, como decían en la antigua Grecia y sostiene la filosofía china, este era el momento oportuno para crear un espacio mejor para ellos, de cara a un nuevo Orden Mundial, del que tanto se había hablado en las filas neoconservadoras americanas. Las guerras cambiaron el mundo, y siempre se hicieron por la economía, pero en este caso se podría hacer una guerra controlada para conseguir el mismo efecto pero con guerras militares localizadas y con otras sociales y económicas en las esferas donde no interesaba llevar la destrucción material y la muerte.

La crisis era la declaración de guerra, la gestión de la crisis la propia batalla y el mundo globalizado era el campo de batalla, para eso se eliminaron fronteras.  Entrábamos en la III Guerra Mundial, una guerra solapada imperceptible como tal, de larga duración hasta la victoria final, que era diferente por la forma, por el fondo y por los espacios, por lo que se buscarían estrategias económicas para introducir el cambio de cultura social, modificación de valores, dominio y utilización de la tecnología en propio beneficio… Una nueva era de hombres superiores en conocimiento de la ciencia y en capacidad tecnológica, al servicio de los intereses de la minoría dominante, de los dueños del mundo empresarial, que tendrían la potestad de aceptar o rechazar aquello que les interesara o no. Objetivo, pues, el control de la sociedad mediante la psicología de las masas; la creación de estados de opinión; la alienación a través de los medios de comunicación a su servicio; el dominio del proceso educativo dándole otra orientación donde se primen las tecnologías y se minimicen las humanidades, no solo en las escuelas sino en la calle y la tele, pero sobre todo en las universidades, a las que se les ofrecía la posibilidad de trabajar conjuntamente en proyectos de interés científico para el mundo empresarial,  buscando la selección de las grandes inteligencias y su acoplamiento el sistema mediante sueldos adecuados irrechazables, etc.

Menos filósofos y pensadores, menos humanistas y más técnicos para evitar que la gente desarrolle el discernimiento, el pensar y razonar desde valores humanos, pues el progreso deja de ser el desarrollo personal e intelectual para convertirse en “tener más cosas” y más tecnología. Sus axiomas: “Dejemos que la cosas lógicas las resuelvan las máquinas que no fallan y carecen de emociones distorsionadoras”.  “Gestionemos las emociones de la gente para conseguir su integración y el dominio de sus conductas”.  Y su mensaje de aceptación social: “Usted vale por lo que tiene, no por su inteligencia y desarrollo intelectual”. La verdad es que, para ellos, sobra mucha gente en este mundo, toda la que no es productiva o potencial cliente de sus productos. Si usted sirve al nuevo dios integrándose en el sistema, sea bienvenido, pero si no es necesario pase a la marginalidad, podrá ser atendido por la caridad para que nuestras perversas mentes se limpien ayudándole con las migajas que nos sobran. Estará en un campo de deshechos de donde le será difícil salir, pero a donde se arrojarán a aquellos que nos sirvieron y ya no sirven porque se rebelaron.

Y entonces, para empezar, ¿cómo lo hacemos? Pensaron: Montemos una crisis que nos dé la oportunidad de cambiarlo todo a través de los miedos y chantajes a la gente y los Estados. El escenario previo consistió en inflar la economía, como un globo, hasta su explosión final, que nos llevaría a esa crisis para redefinir el mundo y sus estructuras funcionales y relacionales. Mientras el globo se hinchaba todo era alegría, todo contento, se vivía por encima de las posibilidades y el mercado se calentó hasta, finalmente, quemarse. Cuando se quemó vino el llanto y el rechinar de dientes, la búsqueda de culpables políticos, pero no en el mundo de las finanzas, salvo casos aislados, pues muchos políticos eran aliados de los mercados financieros al comulgar con sus ideas y ser el instrumento para cambiar la sociedad y su administración en beneficio de sus amos o correligionarios y, además, estaban amarrados por casos de corrupción, por venderse a sus intereses u ocupando los consejos de administración, por lo que acaban dejando irse de rositas a los otros grandes culpables de la crisis.

La corrupción aflora, es un mal menor que viene para un bien. El padre y maestro Maquiavelo lo predicaba. Piensan: si corrompemos y descubrimos a los políticos corruptos acabaremos generando desconfianza en las instituciones, en la democracia, y la gente desencantada se dejará llevar por otros derroteros más controlables, mientras discuten si son galgos o podencos, nosotros seguiremos nuestra obra sin llamar la atención. Además tendremos amarrados y a nuestro servicio a los que corrompimos.

Centrándonos en las conductas políticas, ahora que con la crisis no hay solvencia, sí que importa identificar a los malandrines que jugaban con los dineros de la hacienda pública para propio beneficio o de su partido. Aparecen los casos de Bárcenas, Gürtel, Púnica, los de Valencia, Mallorca, Noos, los EREs, los cursos de formación y los dineros negros que pagan en B obras de sedes de partidos o sus campañas y actos electorales, como el caso del PP.

Por otro lado, a la vista de las soluciones que aplican, con recortes a los derechos de los trabajadores, pérdidas de empleo, contratos en precario, sueldos irrisorios y situaciones de abandono social, se provoca la miseria y la pobreza en capas sociales que antes se habían embarcado en proyectos de futuro comprando casas y bienes, desde su seguridad laboral, y se empieza a gestar un movimiento social de indignación. Ese precio ya se sabía que había que pagarlo pues no es de recibo que con la crisis se incremente el número de pobres a la par que se engorda el de ricos, la cuestión es cómo se controla. Hay una anomalía clamorosa, pues el Estado tiene su sentido en hacer una justa distribución de la riqueza que se genera, velando por el bienestar de todos los ciudadanos y no lo estaba haciendo con la solvencia que se le requiere. Salvo, claro está, que haya una intencionalidad en abaratar los salarios, agilizar los despidos, retirar derechos, etc. para hacernos competir en el mercado con los países en vías  de desarrollo, donde existe una exploración miserable de los seres humanos, incluso siendo niños, beneficiando al mundo empresarial.

En esta situación de crisis cabe preguntarse qué han hecho los partidos en los que habíamos confiado la gestión de la cosa pública. El bipartidismo es fullero, se da a componendas y alternancias, como ya se ha visto. Pero lo peor es que quieran venderte sus diferenciaciones cuando ejercen una política semejante. Esto se vio ante la crisis y se constató cuando de noche y a escondidas se modifica el artículo 135 de la Constitución sin consulta popular, priorizando el pago de la deuda publica contraído ante la banca a cualquier otra inversión o gasto, lo que significaba el abandono de los intereses sociales de la ciudadanía.

La cuestión era clara. Estábamos atrapados en una serie de acuerdos con la UE, en los que se incluye la política monetaria, que iban a determinar cómo se enfocaba la solución a la crisis. Sabedores de que los señores que ejercen el poder en esa organización son claros servidores del sistema económico  de mercado libre y el sistema capitalista, la salida será, lógicamente, por aplicación de esa filosofía, procurando la menor intervención posible de normas reguladoras de componente social por parte de los Estados miembros. No se olvide que lo que hoy es la UE fue en su día el Mercado Común Europeo, que es como se dio a luz… un mercado común europeo, para las mercancías y no para la gente.

La troika, como referente de los intereses económicos del grupo, gobierna y decide más que ningún Estado. Alemania, como primera potencia económica tutela toda la política económica y a quien saca los pies del tiesto no le podrá ir bien. Cuando surgen los movimientos de indignación y crecen los partidos contestatarios se aplica, en nuestro caso, la ley mordaza, pero en el caso de Grecia se retira el paraguas económico y, con la que está cayendo, se les deja a la intemperie entrando en el tobogán del desastre hasta que claudica, se somete y pasa por el aro. Ejemplo que hacen cundir para desánimo de los partidos defensores de otras políticas económicas que escapan al control del sistema.

El movimiento de los indignados, cargado de razón y no carente del aspecto emocional propio de situaciones dramáticas a las que se les busca salida, va tomando fuerza. Se llenan las calles y plazas, se grita basta, se hace presión sobre los responsables mediante escraches, se cerca el Congreso, se va generalizando hasta ir tomando cuerpo y entran en política. El grito de guerra,  PODEMOS, da nombre a su partido con simbología de esperanza. Buscan sus líderes, su mesías, que les saquen del atolladero y surge un planteamiento que, para evitar etiquetas, se define transversal, con lo que abarca a todos los integrantes del movimiento; a su cabeza Pablo Iglesias, arropado por Monedero y Errejón. Son una amenaza para el sistema, para aquellos que tienen privilegios, pues quieren eliminar a la casta. Tal vez les acabe perdiendo esta forma de análisis tan simplista y a la vez tan agresiva, en la cual meten en el mismo saco a todos los políticos. Gran parte del entramado político, con sus venales mediáticos, se vuelven contra ellos, buscan el más mínimo caso de corrupción, de sospecha, de alianza con otros, para magnificar sus males y neutralizar sus buenas intenciones. Guerra de trapos sucios, de cloacas, de despachos conspiratorios, de mala política. Y gritan en sus medios: ¡Monedero es un corrupto, un defraudador…! ¡Los financia Venezuela e Irán!  ¡Son populistas! Por cierto que eso de ser populista no tengo yo claro a qué se refiere, porque según se vea, el Partido Popular lo sería hasta en su nombre. La gente acaba observando cómo la derecha no ve la viga en su ojo y ve desde lejos la paja en el ojo ajeno.

Pero hete aquí que el PP se bambolea bajo el peso de la corrupción casi institucionalizada en el partido. La manipulación de los datos, desinformación, mentiras y conductas sospechosas de beneficiar a su grupo le acorralan. Sus grandes tótems se tambalean: Rato, Blesa, Camps, Bárcenas y los demás tesoreros, Granados, etc. se duda, incluso, de la integridad del propio presidente y séquito del que se sospecha haber cobrado en negro, en sobres de Bárcenas… aparece Rita Barberá con sus chanchullos, sus contrincantes políticos hablan de nepotismo, de irregularidades, de autoritarismo y no sé cuántas cosas más…  Su secretaria Cospedal suelta perlas verbales de primera magnitud como el pago del despido de Bárcenas en diferido y la última declaración en la Cope: "La misma corrupción que puede haber en un partido político, la hay en la sociedad".

Tal vez esta inconsciente declaración haya sido muy inteligente, pues ha limpiado la conciencia de sus votantes permitiendo el voto sin sentirse culpables de apoyar a un corrupto porque la propia sociedad ya lo es y ellos lo toleran. La pregunta es: ¿Hasta qué punto son corrupto los votantes del PP? Si no han limpiado su patriótica casa de corrupción y no se han sensibilizado ante tantos casos habidos, y posiblemente por haber, pueden ser colaboradores necesarios para que sigan en el poder gente poco de fiar en cuanto a su honradez.

Luego, de cara al análisis de por dónde fueron las políticas de gestión del gobierno en los cuatro años pasados, se constata que seguimos en la crisis, que cada vez hay más pobres, que los sueldos cayeron, que hay  menos parados en las oficinas del INEM pero porque se han ido  a buscar trabajo a otros sitios pues no hay más gente afiliada a la S.S. que en el año 2011 (A lo largo de la legislatura: Noviembre 2011= 17.248.530 y Noviembre 2015 = 17.223.086). La deuda pública subió hasta el billón de euros, vamos una cosa impagable. En fin, no sigo…

El ciudadano de a pie bombardeado desde la tele, por los Al Rojo Vivo, la RTVE y las demás, los Maruhendas e Indas, los Iglesias, Errejones y otros exigiendo un análisis serio de unos datos falsos o manipulados por unos y por otros. Confusión habemus. ¿Estamos preparados para entrar en el debate, para rebatir a los manipuladores? ¿O eso es mucho pedir para este cuerpo serrano nada entrenado en la crítica racional, salvo en los programas de Salsa Rosa, en las confrontaciones entre las Belenes, Quicos y otros muchos que no sé sus nombres ni me importan?

No estamos acostumbrados, no. Se nos educó para obedecer, para ser buenos ciudadanos, sometidos a los designios del poder, que otrora era otorgado por la Gracia de Dios a nuestro Caudillo y reyes. Ya se sabe, el sufrimiento nos abre las puertas de los cielos. La educación, que les daría criterio y el poder del conocimiento para poder discernir, esa arma letal que mueve montañas y voluntades, se ha de controlar, vayamos a pollillas. Es bueno, para ellos, formar gente incapaz de pensar y tomar decisiones, gente temerosa de lo desconocido, que prefiera lo malo conocido a lo bueno por conocer, que grite: “Virgencita que me quede como estoy”, que siendo así delegue en los entendidos, en los señores que están acostumbrados desde tiempo inmemorial a tomar las decisiones que más les interesan a los pueblos; ellos deben buscar su misión en esta tierra, que es eso, la sumisión y paliar caritativamente el dolor que causamos los poderosos. Una cosa es la moral del señor y otra la del esclavo. Para uno, los señores, la desfachatez de la fortaleza y seguridad en las decisiones, para otro, los siervos o sometidos, la debilidad de las emociones…

¡Qué interesante experimento podrán hacer para controlar a la gente! ¿Conseguirán convencer y reconducir el voto hacia esos mismos partidos que les  agreden? ¿Será suficiente con las amenazas y el miedo a perder lo poco que les queda? ¿Responderán a la técnica del “ahora aprieto y soy malo, luego suelto un poco y soy bueno…” y  los volverán a votar? Dirán, desarrollemos el concepto hooligan en el fútbol para aplicarlo en la política, así alienaremos al personal y formará parte del rebaño de adeptos. ¡Son tantas las estrategias a considerar con posibilidades de éxito! ¿Y si afloramos la filosofía de que lo mejor es dejarlos como súbditos de su graciosa majestad y no como soberanos de su destino, porque no saben qué decisión tomar en cada caso? “Hay que proteger al pueblo de sus propios errores, de sus propias decisiones…” nos dirán que estamos en democracia, que elegimos libremente, pero, en el fondo, solo podrás elegir quien te sodomizará.

En estas estamos, aunque no lo percibimos… o puede que yo esté hipersensible y bulla en mi pensamiento este teatro universal, como consecuencia de un proceso de razonamiento basado en lo que veo personalmente y en mi limitada capacidad para observar lo de más allá o más acá. Las percepciones cognitivas nos dan una visión de la realidad en función de cada cual y sus capacidades de análisis. Este es, hoy, el mío. ¿Andaré desesperanzado?

Fin de la primera y larga fase. En la próxima el análisis de las elecciones.



sábado, 25 de junio de 2016

Esas chicas de sesenta


Somos de una generación sufridora

   
(El deseo de aprender no se puede contener con una presa,
pues cuando aparece el más mínimo resquicio,
se rompe en mil pedazos y se busca el conocimiento)
(Antonio Porras)

Somos de una generación sufrida. Sí, sí, nuestra generación pasó lo suyo para transitar por este mundo hasta alcanzar esta situación. Muchos salimos de la nada, o mejor dicho, huimos de la nada, a empujones de la necesidad. El mundo de nuestro entorno europeo había entrada en una situación vertiginosa, de cambio continuo, de evolución y desarrollo, de progreso y elevación del conocimiento de los pueblos… Ello era un reto para aquellos chavales de los años 50 que, sometidos a una situación de sumisión ideológica, estaban condenados a romper las cadenas si querían mirarse en el espejo del resto del continente y el mundo occidental. El analfabetismo de nuestros mayores no podía trasmitirse a nuestra generación y andábamos motivándonos para saltar la valla de la miseria, la incultura y la ignorancia, para salir de aquella ignominiosa nada económica e intelectual.

Los otros, los europeos, pues Europa empezaba en los Pirineos, iban montados en su carro, por no decir en su coche, caminando por el sendero de la vida desde la filosofía de su concepción democrática de la política. Nosotros, andábamos entre el barro, montados en nuestro burro, atrapados en un pasado que aún olía a sangre derramada en guerras fratricidas, de luchas no superadas, de odios no resueltos y de humillación de una de las partes por la otra vencedora, estábamos atados a las viejas tradiciones, encadenados a un sistema totalitario que nos encorsetaba. Allí solo cabían dos cosas: O se explosionaba el sistema para hacer brotar otro en consonancia con el mundo que nos rodeaba, o seguíamos siendo la reserva espiritual de occidente, la España de charanga y panderetas, el reclamo turístico de Spain is different” (España es diferente), como diciendo: somos un bicho raro, venga a conocer este país tan distinto a lo que conoce. Tenemos cosas que no tienen ustedes: toros y sangre en la arena, flamenco de “quejío” profundo de un pueblo que llora y calla, hombres de pelo en pecho, machos ibéricos que pueden sorprender por su bravura, mujeres de negro cubiertas con velos de luto perpetuo, cristos paseados fervorosamente por calles y plazas de todos los pueblos, vírgenes que lloran, dolorosamente, al ver como sufre su hijo clavado al madero, tenemos de todo… tenemos un pueblo de sonrisa franca, de dócil servir, del que usted podrá sentirse su dueño.

Tenemos más cosas que ustedes no tienen ni pueden tenerlo. Vean al Caudillo, ejemplo viviente de honores de raza de aquel viejo imperio, como es paseado, siendo alabarderos los curas y obispos que pueblan el reino. Cubierto de palio, como una custodia con el sacramento, pues es quien defiende valores eternos del papa de Roma y todo su clero. Aquí, para que lo sepan, somos todos uno, formamos la piña que une a los pueblos, y si algún perverso intenta romper esta magia, consejo de guerra y garrote vil para dar ejemplo a quienes pretendan romper nuestro sueño. Aquí la mujer es mujer, cuida de su hogar, nos lava y nos plancha la ropa, prepara los guisos, pela las patatas y friega la casa, nos hace la cama y, cuando queremos, nos da los placeres del sexo que el hombre demanda… aquí,  el hombre es un hombre que manda en su casa. Aquí, a los chiquillos, les damos ejemplo, acuden a misa de forma sumisa, confiesan sus hechos y vamos, con riendas seguras, pasito a pasito y de trecho en trecho, guiando sus actos; mas si son rebeldes y osan pecar de palabra u obra, o de pensamiento, castigo les damos con este flagelo que en mi mano tengo. Nosotros, somos diferentes, deben comprenderlo.
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Ante esto, queridos amigos, que surge como prosa lírica, parecida al verso, un grupo de gente se implicó en el cambio y España se fue convirtiendo en un país parecido a los que nos rodeaban, eso sí, con el lastre de un pasado que sembró la semilla que dormitaba en letargo. La juventud reclamó salida, las cosas cambiaron forzadas por un pueblo que quería ese cambio. Se sentó a hablar la gente, los políticos electos y no electos, y se buscó una salida para acabar con aquello. No podíamos estar de espaldas al mundo y aquel mundo quería atraparnos para estar con ellos, para su mercado, para su gobierno, reforzar la OTAN y empezar a derruir el muro de los Pirineos, que era una especie de muro de Berlín entre los países que ganaron la guerra a Hitler y su hijo político al que ellos auparon al “trono” de España, convirtiéndose en un grano ideológico en su trasero.

Nosotros, los nacidos a caballo del medio siglo XX, estuvimos en aquella guerra. Nos llevaron, los nuevos vientos y el esfuerzo, a cambiarlo todo, a huir de la nada para encontrar un mundo nuevo, con un Estado del Bienestar que hoy se tambalea. Comenzamos a trabajar jóvenes, casi siendo niños; para estudiar había mil problemas por falta de recursos y por la necesidad de ayudar en casa para levantarla, comprar casa nueva, acceder a los bienes que el mercado nos iba metiendo por los ojos y, por qué no decirlo, también divertirse.

Trabajamos duro y estudiamos a la par, criamos a nuestros hijos, los hiperprotegimos para que no pasaran por lo que nosotros pasamos, quisimos hacer de ellos lo que soñamos y no pudimos para nosotros. Fraguamos un país distinto, cambió la política, la economía, la solidaridad y afloró el Estado del Bienestar. Rompimos con mayor dignidad la frontera de los Pirineos; al principio con maletas de madera o cartón piedra, arrastrando nuestros cuerpos por los campos y las vides francesas o las fábricas alemanas. Ahora las cruzamos con nuestros coches, pero en plan turista, aunque nuestros hijos, en estos últimos años, hayan tenido que volver a emigrar en busca de trabajo, pero con sus carreras y su domino de idiomas, con su dignidad y preparación envidiable… lástima que no sea para trabajar en aquello para lo que se prepararon, sus profesiones.

Hoy, pasado ya el tiempo, nos sigue llamando el progreso. Y aunque seamos viejos, la gente se cuelga a internet, juega con el móvil, descubre la “table”, leemos en ebook, esos inventos de libro electrónico que nos regalan nuestros hijos tan habituados a las nuevas tecnologías. Nos abrimos cuentas de Facebook o Twitter, algunos tenemos un blog donde vamos escribiendo, pintamos un cuadro, buscamos engancharnos a aquello que nos gusta… Estamos en ello.

A mí me sorprende, y por eso he escrito esto, que mucha de esta gente llena los cursos del Aula de Mayores de la Universidad, sobre todo mujeres. ¿Sabéis por qué? Pues yo os lo diré:

Los hijos se fueron, los nietos nos llaman, pero ahora que hemos descubierto el camino para ir al más allá, al más saber me refiero, no al otro mundo, que también iremos, buscamos aquello que nos fue prohibido o vetado por las circunstancias de la vida. Estudiamos como los viejos chicos que somos, tomamos la cervecita al salir de clase, nos hacemos nuevas amistades, aprendemos y aprendemos… si ya no es una carrera de futuro es otra de presente, de descubrirnos, de elevar nuestra autoestima, de abrir y abrir ventanas a paraísos desconocidos de la ciencia, la cultura, la historia… el saber, el conocimiento y el cultivo de la mente. No estamos dispuesto a perder la última oportunidad, a bajarnos del tren y quedar en la cuneta, tenemos que competir con nuestros nietos, saber qué decirles, estar a la altura, aunque a veces, nos ayuden a entender ese jodido móvil con el que queremos WhatsAppear.

No sabéis con la satisfacción que viví el otro día la graduación de aquellas chiquillas de 60 años, guapas todas, radiantes, felices y contentas, estrenando vestidos del cuerpo y del alma, con cara iluminada por haber alcanzado el éxito tras tres años yendo a clase. Subieron al estrado, mientras el Rector, la Delgada de Salud e Igualdad de la Junta y demás autoridades, les iban imponiendo sus becas, esas bandas grabadas que las confirmaban como graduadas. Luego, la vuelta, la foto, el caminar nervioso pero seguro, sabedoras de que eran las actrices del espectáculo; una mirada a la familia y un flujo de alegría compartida. En mi caso, es lo que sentí con Loli subiendo al estrado y yo de acompañante.

Cerremos el acto. Fotos con el grupo, con los hijos, los maridos y mujeres, las amigas más íntimas… siempre con cara bonita, sonrisa abierta, el brillo en los ojos y la agitación en el cuerpo, porque cuando se es feliz se tiene la cara radiante y aflora esa belleza sin par que rejuvenece. Al final, como veinteañeras, comida y juerga sin límite, papá no esperaba, el novio no estaba… risas, chistes picarones y fin de un día que pasará a la historia de todas ellas.

Tengo que aclarar dos cosas: una que esto es un homenaje a esas chicas de sesenta que siguen manteniendo en su interior el interés por aprender, y otra que hablo en femenino de los integrantes de estos cursos porque el 70% son mujeres. Tengo que decir, también, que me siento muy honrado de haber sido uno de los primeros profesores de la universidad que colaboró con estos cursos, hasta mi jubilación. Me sentí nervioso cuando empecé con gente tan mayor, de tanta experiencia en la vida, pero aprendí tanto con ellos que creo me dieron más ellos a mí que yo a ellos.

Algunas fotos:









jueves, 23 de junio de 2016

Intensiva retrovisión de los setenta


Ese joven sentado de en medio, ya con entradas, soy yo con 27 años
Se acaba de abrir un grupo de facebook  de Amigos del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga. Yo empecé a trabajar en ese centro en 1.978, a mis 27 añitos recién cumplidos, supliendo bajas, en este caso en el Servicio de Respiratorio, ubicado en la 6ª Izq, del Pabellón A. Desde octubre de 1977 ya trabajaba también en el Hospital Psiquiátrico Provincial de Málaga. En aquellos tiempos había un impresionante déficit de profesionales de enfermería… ¿Quién nos iba a decir que acabaríamos con tantos profesionales en el paro?

Durante varios años compaginé la actividad en estos dos centros. Duros tiempos, de gran dedicación, donde la profesionalidad se veía contrastada por la excesiva demanda de dedicación al estar al servicio de dos hospitales diferentes. Carreras, malcomer, estrés, desajuste del reloj biológico y… al final úlcera de duodeno tratada sobre la marcha.

En 1979, cuando conseguí la plaza de Estatutario, solo le pedí a Dios que no me tocara a la UVI; pero como yo no era creyente, debió castigarme o mostrar su indiferencia ante un sujeto ajeno a su credo… y me tocó la UVI. Módulo de Respiratorio inicialmente y, después, ser punta de lanza en el de Cardiovascular en cuanto se abrió para otorgar cobertura a este flamante servicio. Altas especializaciones desembarcaban en nuestro hospital y había que dar respuesta a sus demandas. Era un lugar donde nos enfrentábamos a situaciones extremas, luchando entre la vida y la muerte.

Corazones rotos que se reconstruían en los quirófanos, que nos entregaban allí para sembrar una esperanza de vida en sujetos a los que la parca los tenía acorralados. Lucha diaria por evitar complicaciones, por vigilar que el proceso evolutivo fuera el adecuado, por ayudar al paciente a superar una situación crítica. Control y vigilancia extrema de las constantes vitales, evitar taponamientos pericárdicos y mediastínicos con ordeñado de los drenajes correspondientes, frustrar los fracasos renales o sistémicos, aplicar los balones de contrapulsación en algún que otro caso, etc…

No se podía ser o tener fragilidad psicológica, pues cada día nos llevábamos a casa un drama o la satisfacción de un éxito. Una muerte o una vida. Nunca tuve sensaciones más contradictorias, más confusas, más extrañas, que las que afloraban ante el espectáculo del milagro de rehabilitar los corazones, o de la amargura de acabar sucumbiendo ante el sino irreversible que arrebataba la vida y la entregaba al más allá, navegando hacia el Hades en la barcaza de Caronte.

Hay un sinfín de casos que vienen a la memoria, que quedaron troquelados en la mente: dolor, sufrir, desesperanza, llanto, muerte… pero también, alegría, victoria, esperanza, vida y la felicidad de llevar el sosiego y la ilusión a toda una familia que veía como recuperaba a uno de sus más importantes miembros de las garras de la parca. Cada muerte era un fracaso que se vivía profundamente; un sentir compartido con la familia, pero de diferente connotación, que no te dejaba indiferente, que llamaba a la puerta de la conciencia para ver si habías hecho todo lo humanamente posible para evitarlo; que, muchas veces, te arrebataba el sueño, sobre todo si se trataba de gente joven a la que le hubiera correspondido proyectar su vida mucho más allá en el tiempo, pero que esta se había segado por una patología sembrada azarosamente o por un proceso previo o hereditario.

Hay dos casos en que lloré amarga y desconsoladamente: un niño de 10 años, si no recuerdo mal, infectado por una ornitosis provocada por pájaros provenientes de Brasil y otro de 4 años que fue arrollado por un camión en la misma puerta de Carlos Haya, y no pudimos hacer nada por salvarle. Solo recordarlo me hace revivir aquellos hachos que me marcaron clamando al cielo por arrebatar la vida a seres tan indefensos y colapsar su proyecto de vida y la de sus familiares… Fueron tiempos importantes, de caer y levantarse, de aprender y renovarse, que nos dieron seguridad y autoestima, que nos proporcionaron satisfacción y dolor, según el caso.

Creo que resultará difícil, para quien no haya vivido estas experiencias, sentir lo que nosotros vivimos, lo que sentimos ejerciendo una profesión límite. Siempre sabedores de que el paciente, cuando estaba consciente, percibía la proximidad del borde del precipicio; que nuestra sonrisa era como una promesa de futuro, como una esperanza para esquivar ese precipicio que llevaba al más allá, al abismo, que desdramatizaba la situación encendiendo una lucecita en el horizonte de la esperanza. No era cuestión de trivializar, pero sí de racionalizar, de saber estar y anclarse al mínimo soplo de esperanza. En el fondo, el paciente, se agarraba a nuestra mano, se abrazaba a nuestra mente y se entregaba a nuestro hacer con la esperanza de ser redimido de su sino, aferrado, cómo no, al más mínimo hálito de vida que pudiera ser el punto de apoyo para escapar del nefasto destino.

Y nosotros, pobres de nosotros, ¿qué sabíamos de la muerte? Si estábamos rebosantes de vida, de juventud y esperanza, si nuestro proyecto se andaba fraguando en los sueños, en la perspectiva de la longevidad, en la ilusión de formar nuestras familias, de darnos al amor de aquella persona que nos amaba, de criar nuestros hijos, de vivir, vivir, vivir… Nosotros, el mañana lo veíamos esquivando a la muerte que merodeaba por aquellos lugares; astuta parca que, sabedora de dónde podía cosechar el fruto con su gélida guadaña, vagaba escondida entre constantes vitales, fracasos renales, sangrados o hemorragias incontroladas, paradas cardiorespiratorias o cualquier otra causa que le permitiera arrebatarnos traicioneramente la vida del enfermo. En alguna ocasión le vi la cara.

Recuerdo aquel caso en el que me pinché con la aguja usada en un paciente recién ingresado con ictericia sin estar diagnosticado. No sabíamos  si era obstructiva o producto de una hepatitis, lo que me podría producir una hepatitis fulminante con muerte irremisible. Persistía en la memoria el caso de una alumna que se inoculó el virus de forma percutánea en una situación similar, con lo que la fantasía se instauró en mi mente y nunca olvidaré la tensión y el sufrimiento interior que me produjo, considerando que no quería decirle nada a mi familia, hasta que se resolvió el diagnóstico a los pocos días. El saber que era obstructiva me produjo uno de los momentos más felices de mi vida, lo notó mi familia y le conté lo ocurrido…

Hoy, cuando he visto que han creado ese grupo al que aludía al principio, reviví mi vida de hace más de treinta años, sentí lo que fui, la fuerza de una juventud dedicada a la lucha contra el enemigo más poderoso de la tierra… me sentí importante por haber tenido el valor de batallar con él en desigual combate, pero, al ver lo que soy, al mirarme al espejo, percibí que en esa lucha se pueden ganar batallas, pero la guerra se pierde…

Tal vez, la única forma de ganar esa batalla sea el saber perderla; el morir dignamente, con la conciencia limpia, con el deber cumplido, con la paz interior que eleve el espíritu dejando tu semilla en este mundo para que siga creciendo, viviendo y desarrollándose en equilibrio con su entorno por los siglos de los siglos; o sea, haciendo que la vida sea cada vez más humana y más digna, más justa y solidaria, más inmersa en el todo que nos trajo y que nos reclama para integrarnos en el cosmos infinito… Puede, querido lector, que hayamos nacido para crecer, para perfeccionar ese cosmos al que volveremos cuando dejemos esta tierra donde nos anclamos como árboles que crecen y se nutren dando vida a la par que la poseen.


Nacemos para morir, pero al hacer el camino vamos recogiendo frutos que nos harán más o menos ricos, más o menos dignos, para cuando llegue el momento final; mientras tanto, además de dignificarnos, ayudemos a los demás a dignificarse también, pues la dignidad solo tiene sentido si es compartida.


viernes, 17 de junio de 2016

Sobre el apellido Porras.


Mi abuelo José Porras Perez
No se extrañarán, los que me conocen, de este texto. Ya saben que, de cuando en cuando, me da por ponerme a escribir sin más que una idea inicial y voy dando cuerpo al texto en función del flujo que mana de mi pensamiento. En este caso, hace tiempo, un familiar me pidió información sobre nuestro apellido, su procedencia y cuanto conocimiento tuviera sobre él. Acumulé datos conforme los fui obteniendo y ayer me los encontré, lo que provocó un deseo de escribir sobre ello y ofrecerlo, no solo a mi familiar directo, sino a todos aquellos que puedan tener interés por conocer algo sobre este apellido. Este es el resultado que, en el apartado Mis cosas de mi blog, coloco para los interesados. Eso sí, el asunto no está exento de una introducción en mi línea habitual de la reflexión.
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Si nos paramos a pensar eso del apellido paterno no es garantía de una línea de descendencia segura y única. Una de las razones del machismo a través de la historia es el control y sumisión de la mujer para garantizar que cuando conciba sea por acción directa del marido. El control no se ejerció solo por el sometimiento físico y económico controlando los recursos por parte del macho guerrero, sino por el propio sistema de valores donde la moral exigía la fidelidad incuestionable, hasta el punto de que el hombre no se sintiera engañado por la mujer y fuera el verdadero padre de la criatura. En esta dinámica entraron las religiones que, por ser las responsables de salvaguardar los principios morales de forma directa, marginaron en responsabilidad teológica y de diseño dogmático a la mujer (sobre este tema habría mucho que escribir, pero no viene ahora al caso). De esta manera, tal como dice Engels en su libro: El Origen de la Familia la Propiedad Privada y el Estado, el macho garantizaba que todo el capital y hacienda conseguido a lo largo de su vida fuera a  parar a su verdadero hijo, a la vez que garantizaba la pureza de sangre en su descendencia.

En el mundo árabe las mujeres permanecían en el harén sin contacto con varón alguno para evitar ser fecundadas por quien no fuera  el marido, aunque se les permitía relacionarse con los eunucos, sujetos esclavos sometidos a castración que se encargaban del servicio y control de los harenes. Esta relación, que en un principio tenía solo el sentido de servicio, llegaba en algunas ocasiones al contacto sexual, pues ser eunuco, dependiendo del proceso de esterilización, no significaba incapacidad para la erección y la eyaculación, puesto que la eyaculación tiene su origen en el líquido seminal que se produce en la próstata, si bien, al no tener glándulas hormonales (testículos) no podrían dejar embarazada a la mujer. No obstante, creo que la erección es de menor duración y consistencia que la de un sujeto normal.

Esto de la paternidad, como se ve, es cuestión compleja, sobre todo hasta hace bien poco, pues en la actualidad, con eso del ADN, se saca de dudas a cualquiera mediante un análisis no muy complejo. Ahora bien, a ver quién se atreve a pedir esa prueba sin pelearse con la ofendida mujer. Esa duda del macho, que resultó una constante a lo largo de la historia, provocó celos y conflictos de pareja, y los sigue provocando, sobre todo cuando la mujer reclama sus derechos y, entre ellos, la libertad soberana de usar su cuerpo, lo que provoca el conflicto si no se tiene conciencia de la responsabilidad y compromiso de fidelidad con la pareja de cara a la reproducción, o sea, de tener y criar hijos comunes. Como curiosidad respecto al trato legal sobre los hijos nacidos en el matrimonio, fueran o no concebidos por el marido, el Código Civil Napoleónico consagraba el principio de la presunción de paternidad (cuyo origen se perdía en “la noche de los tiempos”, según Bigot de Préameneu): pater est is quem nuptioe demonstrant. El hijo concebido durante el matrimonio tenía por padre al marido, ya que la concepción se situaba por ley en el intervalo de tiempo que iba desde el día 300, hasta 180 días antes del nacimiento (art. 312). O sea, por ley, el padre de un nacido es el marido de la madre, situación que persiste de forma incuestionable, salvo que se demuestre lo contrario. Pero dejemos estas cuestiones de tipo fisiológico y legal, que justificarían por qué el sultán permitía la cohabitación del eunuco con sus concubinas sin miedo a que rompiera su línea de descendencia y que, por otro lado, obligaría a la manutención de los críos por parte del marido de la madre, según el Código Napoleónico.

Volvamos a la cuestión de los apellidos. Ya coloqué en mi blog una entrada llamada: En mi pueblo nos tocamos todos, que venía a mostrar la compleja mezcla de sangre que llevamos a cuestas, pues si subes hacia tus ascendentes irás multiplicando el número de tus apellidos en una progresión geométrica que dobla en cada generación el número de la anterior. Eso sin entrar en la seguridad o no de que quien te da el apellido te haya engendrado, claro. Se suele decir: “Los hijos de mi hija mis nietos son, los de mi hijo sábelo Dios”. No obstante, nos solemos identificar más con el del padre que con cualquier otro de los apellidos de nuestros ancestros, dado que es el que vamos arrastrando de generación en generación.

Centrándonos en el tema del apellido Porras, podremos decir que tiene bastante extensión a lo largo y ancho de España, basten algunos ejemplos y solo referidos a sujetos que lo llevan como primer apellido: Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) hay un total de 14.735 sujetos apellidados Porras en primer lugar, siendo las provincias de Málaga (2.376), Madrid (2.302), Barcelona (1.821) y Córdoba (1.415) los de mayor cantidad. La de Burgos, que se considera la cuna del apellido, como veremos más adelante, solo tendría 281 sujetos con ese primer apellido. Claro que esto debería ponderarse en función de los habitantes de cada provincia para ver el porcentaje sobre la masa total de sujetos. En este sentido aplicaremos el por mil habitantes y resultaría: Total de España 0,316 por cada mil habitantes; Málaga 1,459 por mil; Madrid 0,358 por mil; Barcelona 0,330 por mil y Córdoba 1,779 por mil, de donde resulta que el mayor índice de apellidos Porras lo encontraremos en la provincia de Córdoba, seguida de Málaga. La tercera sería Cáceres, que no ha sido incluida en cuanto a la cantidad total, pero tiene 1,147 por cada mil, siendo Burgos la cuna, como decía, también goza de un alto índice de apellidos Porras, con un 0,772 por mil, ocupando el cuarto lugar ponderado a nivel nacional.

Pero ya puestos, y a modo de curiosidad, superarían la media del Estado, que es de 0,316, las siguientes provincias, además de las ya mencionadas: Álava, 0,445; Badajoz, 0,440; Cádiz, 0,454; Cuenca, 0,809; Granada, 0,409; Palencia, 0,398; Salamanca, 0,495; Sevilla, 0,392; y Toledo, 0,342. Estos datos se pueden consultar, como ya he dicho, en el INE (Instituto Nacional de Estadística) cliqueando en el texto completo se carga el enlace a esa página.

Ya conocemos la incidencia del apellido Porras en las distintas provincias de España, pero nos falta ir a su procedencia. ¿De dónde viene ese apellido y cuales han sido los avatares que lo han diseminado por el país? Empezaré por el inicio, tomando algunas informaciones, lógicamente de difícil contrastación, pero que corren por las redes sociales, o sea, por internet:

Según algunos entendidos es un apellido de origen galo (Vease enlace). “No es un apellido ocupacional como algunos autores afirman, sino por el contrario es un apellido noble. Refiere una historia gala que el rey Alarico 1, fue retado a duelo por un etíope que se hacía acompañar de un enorme mastín. Sin embargo como este no podía rebajarse a pelear con un plebeyo, uno de sus primos que lo acompañaba le pidió que le concediera el honor de batirse por él. El rey accedió y su pariente escogió como arma una porra o macana.

Este dio muerte al etíope y al perro. Y su pariente le concedió un título nobiliario por tal hazaña. Concediéndole así mismo el privilegio -exclusivo del rey- de usar la flor de lis en su escudo. El escudo original es un perro blanco con una macana o porra colgando del cuello en un campo de azur -dorado o amarillo- con cinco flores de lis.

El apellido originalmente era Porres, sin embargo la castellanización del mismo Porras, ocurre porque los hijos segundos del noble Porres, que no pudieron acceder a los titulas y fortuna de su padre se dedicaron a ser soldados de fortuna. Por lo que fueron contratados por el reino de España para desalojar a los moros de la península Ibérica. Lo que lograron, posteriormente a ello les fueron concedidos titulas nobiliarios por sus servicios a la corona y se contrajeron matrimonio con damas españolas. La casa fuerte de la familia está en Valdeporres, Provincia de Burgos, España”.
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Existen otras aportaciones que sustentan diferentes visiones, más o menos documentadas, como es esta publicada en el enlace del Ayuntamiento de la Merindad de Valdeporres:

“Porras y Porres es el mismo apellido. Este linaje, uno de los primeros de Castilla, tuvo su solar y propiedades al Norte de la provincia de Burgos. A falta de documentación los genealogistas han acudido a una explicación fabulosa haciéndoles originarios de Francia y remontándoles, nada menos, que a tiempos de Clodoveo. Allí debido a cierta hazaña, ganaron las porras de su escudo. Este origen les venía además muy bien para explicar el empleo como motivo heráldico de las cinco flores de lis.

Según un descendiente, al casar D.ª Blanca con Sancho el Deseado trajo de mayordomo a Castilla a Pedro de Porras «el qual se quedó a vivir en Castilla y pobló un valle que llamó de su apellido que es el valle de Porres, en las montañas de Burgos». Desde aquí se extendería el linaje a otras partes de España, sobre todo Andalucía, Zamora y Segovia. La rama de América también existió. Un famoso descendiente sería San Martín de Porres «Fray Escoba».

Las crónicas nos hablan a menudo de sus intervenciones políticas, algunas tan apasionadas y desgraciadas como en las Comunidades. En las pruebas de las órdenes militares se les consideró siempre «como la primera nobleza de esta tierra».

Los más antiguos documentos dan a entender que fue el valle de Valdeporres y no la familia quien dio nombre a la zona, puesto que ya aparece con esta denominación en 1133. Según el Becerro de las Behetrías el pueblo de Porres no les pertenecía. Cidad, en cambio, aunque era behetría tenía por señor a Rui López de Porres.”
(Los interesados en conocer toda la información que se da en este enlace pueden cargarlo cliqueando aquí).

En todo caso, lo que parece confirmarse es que el apellido Porras proviene de la Merindad de Valdeporres, situada  al norte de la provincia de Burgos. Desde allí se extendió por toda la península a caballo de batallas contra los árabes durante todo el periodo de la conquista. La gente proveniente de esta merindad formó parte de los ejércitos cristianos y/o se fueron asentando en las zonas conquistadas conforme se consolidaba el dominio de las mismas. El resultado final es esta dispersión a la que he aludido al principio, con apellidos Porras por toda le geografía española; si bien los movimientos migratorios de la segunda mitad del pasado siglo, han provocado el desplazamiento de muchos de los actuales habitantes de las zonas industriales y urbanas, dejando más despoblado el mundo rural. 

Volviendo al tema de las merindades, como sabrás, conforman una comarca del norte de Burgos limitando con Cantabria. La de Valdeporres tiene como municipio principal el de Pedrosa de Valdeporres y es partido judicial de Villarcayo. Pocos habitantes, 440 en 2015, y una superficie de 120 Km2.


Estos son algunos datos de interés sobre ella (según la propia información del municipio publicada en su página web):

"Los ríos Nela y Engaña, en su cuenca alta, vertebran este territorio en el que se asientan recostados en las laderas meridionales de los Montes del Somo la docena de pequeños pueblos que componían la antigua Merindad de Valdeporres y que hoy, junto con los tres que pertenecieron a la Junta de Puentedey, constituyen el municipio denominado Merindad de Valdeporres.

El río Nela y los Montes del Somo, en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica, son los dos ejes en torno a los que se han desarrollado los pueblos de esta histórica merindad castellana. El aprovechamiento forestal y ganadero ha sido el principal recurso para las gentes que desde tiempos remotos pueblan esta zona de la montaña en la cuenca del Alto Ebro. Durante los últimos siglos se desarrolló en las dos vertientes de estos montes un singular modo de vida ganadero relacionado con un peculiar sistema de trashumancia, la “muda”, que generó la denominada cultura pasiega con la que los pueblos de Valdeporres, algunos muy estrechamente, han estado vinculados.

La presencia del Neolítico


Las gentes del Neolítico que poblaban estas montañas dejaron huellas de su paso en forma de grandes construcciones de piedra de carácter funerario. Los dólmenes son cámaras rodeadas por grandes bloques de piedras hincadas, cubiertas por una gran losa, que servían como enterramientos colectivos vinculados a un clan o familia extensa. Normalmente se cubrían con un gran túmulo de tierra formando un círculo.

Algunos de estos monasterios tenían nombre propio, ya que eran de propiedad particular, y aparecen reflejados en  documentos medievales entre los siglos XI y XIV.

En Villavés al parecer existió un pequeño eremitorio, según se deduce de la mención que hace de él el documento fundacional del monasterio de Oña del año 1011. En su iglesia de San Juan Evangelista se conserva un tímpano semicircular con una inscripción del año 1159.

La iglesia de San Pelayo, en Puentedey, también conserva elementos románicos como el tosco tímpano que muestra la lucha de un guerrero con una serpiente.

La presencia señorial

A pesar del gran poder que tuvieron en esta zona familias como los Porres, los Manrique y los Velasco, a partir del siglo XVI casi todos los pueblos pasaron a ser de realengo y, agrupados en la Merindad de Valdeporres, formaron parte del Corregimiento de las siete Merindades de Castilla Vieja. Quintanabaldo, Brizuela y Puentedey, que no formaban parte de la Merindad, siguieron siendo de señorío de los Porres hasta la abolición de los señoríos a comienzos del siglo XIX.

La merindad hoy

Mercados artesanales y animadas fiestas patronales, como la matanza de San Martín de las Ollas, la Cucaña o el Belén Viviente de Puentedey, añaden color en los pueblos de la merindad." 


Bueno, pues de aquí parece que procedemos los Porras. Siempre me atrajo esta zona y he visitado algunos de sus pueblos como Orbaneja del Castillo, Frías, Oña, etc.  y visitaré, en cuanto pueda, Villarcayo, Medina de Pomar o Espinosa de los Monteros, además del propio Pedrosa de Valdeporres. 

Una cuestión final es reflejar algunos personajes célebres de este apellido, de los que resalto tres: 

  1. Gerónimo de Porras Mendez, poeta y sacerdote antequerano que nació en 1603 y murió en 1643, dejando como legado sus Rimas Varias, publicadas en 1639 en su ciudad natal. Es poco conocido y su obra está por estudiar más en profundidad. 
  2. Belisario Porras Barahona, (1856-1942) que fue tres veces presidente de Panamá.
  3. Raúl Porras Barrenechea, (1897-1960), fue un importante político peruano, presidente del senado y ministro.

Os dejo un mapa de la zona y la distribución de las merindades por si os apetece pasaros por allá.


Me embarga el estupor ante los hechos

  Opinión | TRIBUNA Antonio Porras Cabrera Profesor jubilado de la UMA Publicado en La Opinión de Málaga el 10 FEB 2024 7:00  ======...